Tú ¿Qué hubieras hecho?

Llegó el viernes, queda veinte minutos para tu salida. Tienes organizado tu fin de semana, alistas tus cosas, guardas tus útiles. le das un vistazo a tu correo y como un golpe en la frente te llega un mensaje con prioridad urgente: para el lunes presentar la terna de candidatos para el puesto de prevencionista.

 

Carlos Martijena, es un psicólogo, que acaba de ingresar a trabajar, tiene una semana en la empresa minera, es el flamante jefe de un nuevo puesto: Líder de selección y atracción del talento humano. El equipo humano de esta mina le dio la bienvenida con cierto recelo, pues los procesos de evaluación y selección de personal eran potestad de cada jefe de área. Presentar un curriculum vitae y aprobar el examen de cultura general por escrito, era suficiente para ingresar a la organización. 

En su primera semana de inducción, Carlos se propuso como objetivo, socializar con los que trabajarían con él, conocer los procesos y la infraestructura de la sede central, culminando la segunda semana presentaría su plan de trabajo. Así organizó su horario. Hasta que llegó el correo. 

 

No pasaron ni dos minutos, cuando el silencio se cortó con una llamada telefónica. Reconoció la voz, era el gerente de recursos humanos: Fernando Consu.

- Carlos ¿a qué hora citarás a los postulantes?, estoy reservando espacio en mi agenda. 

Carlos sintió un frío que le bajaba de la frente a la boca, como si se le anestesiara las palabras. 

 - ¿Carlos? ¿Carlos? Fernando insistió en la línea.

Y ahora ¿qué le digo? ¿contesto , no contesto? Si le digo sí, le estaré mintiendo, pues no tengo candidatos, ¿qué le digo????

- Carlos, ¿estás?

- Si Fernando, quería decirte que esta semana estuve en pleno proceso de inducción, recién conociendo a las personas, las oficinas, los procesos y…

- Te llamo para decirte que la entrevistas serán de aquí a dos semanas, pero igual necesito me indiques el horario para poder entrevistar a los candidatos. Me imagino que nos presentarás una terna.

Carlos, respiró hondo y tomó el control de la conversación. 

- Fernando ¿a quién puedo entrevistar para levantar el perfil del prevencionista?

- Bueno me imagino que, con su futuro Jefe, pero está de vacaciones por un mes fuera del Perú, así que el lunes la reunión sería conmigo que soy el jefe de su jefe ¿está bien en la mañana? Preguntó, como cortando la conversación.

Carlos convirtió su fin de semana en una maratón bibliográfica, búsqueda de pruebas psicológicas y consultas a sus compañeros de facultad, el domingo a las diez de la noche decidió preparar las preguntas para la entrevista con el gerente de recursos humanos. 

Su táctica estaba diseñada así: primero la entrevista para levantar el perfil, luego seleccionar a los postulantes en la base de datos, evaluaciones psicológicas, presentación del informe de la terna y listo. Todo planificado. Lunes a primera hora. Paso uno, la entrevista.

 

Su jefe, Fernando era el gerente de mayor confianza del Gerente general y del Directorio de la mina. La mina estaba ubicada en una zona aurífera y el metal precioso tenía un mercado asegurado en Europa, los precios del oro superaban las predicciones económicas y les reportaban ingentes dividendos.   

Cuando Fernando ingresó a trabajar, lo primero que escuchó fue, que el principal problema en la mina era el sindicato, caracterizado por la verticalidad de sus dirigentes y la amenaza de huelga de no acceder a sus reclamos.

Para Fernando Consu, la imagen del sindicato le era conocida, su familia tuvo que vender la fábrica que habían heredado de los abuelos, la tuvieron que cerrar por una huelga indefinida, provocada por el sindicato. Los efectos de esa huelga fueron particulares para él, vendieron su casa, lo cambiaron de colegio a medio año y vendieron su bicicleta, que fue su muy anhelado regalo de navidad. Gracias al sindicato Fernando tuvo que compartir el dormitorio de sus primos, leer libros en español y suspirar cada vez que veía en el parque una bicicleta con siete cambios parecida a la suya.  

 

Fue así, que no tuvo duda en visitar la mina en pleno invierno. No solo quería conocer la mina, quería conocer al sindicato por dentro. Lo que no imaginó Fernando, era que su primer encuentro con el sindicato sería con su máxima jerarquía.

El encuentro de Fernando con el Secretario del sindicato, se recuerda así:  Fernando recién llegado de Lima a la mina, estaba sentado en una esquina de la oficina de relaciones laborales, hacía algunos minutos que estuvo en el baño, como consecuencia del mal de altura o soroche, sentado, con frio, con dolor de cabeza y próximo a regresar al baño, se topó con el secretario general del sindicato.

- Primera vez que vienes? Le preguntó con un tono voz que tienen los políticos para ganar adeptos

Si, le contestó, sentándose en la silla de madera, su grueso pantalón no resistió al frio de la madera, estaba tan fría como su frente.

- Cómo te llamas?...

La conversación se prolongó dos horas, se escucharon risas, como si se contaran chistes de grueso calibre, alguna que otra palabra en quechua y otra en jerga limeña. La reunión culminó en un abrazo y un gusto en haberte conocido

En la sala más lujosa de la sede de la empresa minera, figuraban las fotos de la Alta Dirección, el actual Gerente general, era la imagen de un tipo de rostro brilloso, con lentes, y pelo engominado. De todas las fotos, había una que destacaba.  Estaba enmarcada en listones dorados. En ella, se observa la mina al fondo, a pesar de estar en blanco y negro se percibe un cielo despejado, al centro el sindicato en pleno, con los brazos y manos en alto, como arengando y dando hurras, y encima de los hombros de esas personas, hay un tipo delgado, bigotón, sonriendo, pero no a la cámara, sino a su izquierda. Ese es Fernando Consu.

En su semana de permanencia en la mina, Fernando, tuvo actividades sin descanso, fue invitado a brindar unas palabras por el cumpleaños del sub secretario del sindicato, rezó por el santo patrón del pueblo, cuya imagen estaba en el local del sindicato. Desayunó, almorzó y cenó en el comedor del sindicato y fue elegido padrino del campeonato de fútbol. El y sólo él, dio el play de honor y el pitazo de inicio del más importante acontecimiento deportivo de la zona, solo comparado con el mundial de fútbol.

 

Fue así como comenzó su carrera ascendente en la organización, el Gerente general de ese entonces y padre del actual gerente lo invitó a su oficina…

Te felicito Fernando, has lidiado con un sindicato difícil, hasta hace una semana pensábamos cerrar la mina antes que negociar con ellos, pero llegaste tú, y en una semana te los metiste al bolsillo, te felicito, permíteme darte la mano. No, permíteme abrazarte como un hijo, muchas gracias, siéntate por favor

- Te veo muy joven Fernando ¿Qué has estudiado?

- Después del colegio, nada señor Roberto, no he estudiado nada.

Don Roberto, no sabía si tomar esa respuesta como un acto de humildad, un gesto de audacia o propio de una persona con alta autoestima. Si está trabajando aquí y me solucionó el principal problema, merece quedarse, pensó

- Quiero que conozcas a mi hijo, el será el próximo Gerente general, está culminando sus    estudios de administración en Europa. Él ya está enterado de ti, y me ha dicho que quiere conocer a “San Fernando” sonrió mostrando su diente de oro. 

Eso sucedió hace quince años, el joven Fernando de ese entonces era ahora el Gerente de recursos humanos.

- Buenos días Carlos ¿cómo es eso del perfil del prevencionista?

- Consta en una serie de variables que debo tener en cuenta para seleccionar y evaluar a los postulantes. Contestó Carlos. Para eso he preparado una serie de preguntas.

- Comencemos por favor dijo Fernando, ajustando su corbata celeste de algodón, el nudo de la corbata destacaba con su camisa celeste planchada hasta los puños.

- ¿Qué función tiene el prevencionista? dijo Carlos cogiendo su lapicero y papel, como para que no se le escape nada.

- Eso está en el manual de funciones

- He revisado y leído las 282 páginas y no existe el puesto de prevencionista

Fernando miró rápidamente a su teclado, buscó en el ordenador el manual de funciones. 

- Mmmhhh, cierto no existe, entonces tienes que escribir las funciones y esas serán.

- Según tu opinión que profesión debería tener el prevencionista

- Ingeniero de profesión, cuando te digo profesión puede ser que ser estudios concluidos o no, ingeniero en general y que sea prevencionista.

- ¿años de experiencia?

- Sí, que tenga años de experiencia

- Fernando, creo que pregunte mal ¿cuántos años de experiencia es recomendable?

- Mira, la experiencia la adquirirá aquí, trabajará 21 días en la mina y 7 estará en su casa o donde viva. Verdadddd, si es posible que viva cerca de la mina, porque salir a la carretera son casi dos días, dos de ida más dos de vuelta son cuatro días, o sea descansara tres, pero eso no lo menciones.

Carlos reparó en el volumen bajo de “no lo menciones” 

- ¿alguna habilidad en especial?

- Sí, que lea inglés o alemán, aquí tenemos muchos manuales en esos idiomas.

 

Carlos prefirió quedarse callado, comprendió que por más preguntas que realice, las respuestas que obtenga de Fernando, no le ayudarían y estaba seguro que antes de tener la reunión con él, estaba menos confundido que en este momento. 

La oficina donde ocurría la entrevista, comenzó a parecerle grande, sintió que se perdía en el asiento, la silla le resultaba dura, fría. Se sintió confundido, sin saber a dónde mirar. Tuvo ganas de preguntar si podía adelantar sus vacaciones, pero no, no se atrevió, pensó que era mejor hacer una última pregunta y retirarse decorosamente, sería una salida honrosa, perdía la batalla de las preguntas, Pero quizás podía ganar la guerra, en la base de datos.

- Fernando, muchas gracias, me has ayudado bastante, voy a buscar en la base de datos los candidatos que cumplan con el perfil que me has brindado, para el próximo lunes te presentaré la terna. 

- Carlitos me olvidaba comentarte, la base de datos no está actualizada, creo que está en Word perfect.

 Carlos prefirió el silencio, se levantó como si un terremoto de grado 8 estuviera comenzando, le estiró la mano y se despidió con un tímido gracias, intentó una sonrisa, pero solo le respondió la mitad de su rostro.

- Carlos yo más bien tengo una última pregunta ¿Prevencionista en con “V” o con “B”?

Carlos le hizo la “V” con los dedos de su mano derecha. 

Ahora si estaba seguro que el que calla otorga.

 

Si tu fueras Carlos, y tendrías el reto de seleccionar a un prevencionista en estas condiciones ¿qué hubieras hecho?

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